Solo 13 años en el mar.
Lo que no existe se inventa.
Espíritu inventor en la sangre.
La pasión por crear cosas se manifestó pronto en Ivan: «ya de pequeño no jugaba con mis juguetes, sino que los desmontaba», cuenta. Ivan no estudió ni realizó ninguna formación, es un auténtico autodidacta. Aun así, tuvo éxito muy pronto y muchos de sus inventos han desembocado en patentes. Entre sus clientes hay empresas muy reconocidas, como IBM o el Instituto Fraunhofer. Ivan realizó sus primeros 20 proyectos en su garaje, con un torno y una pequeña fresadora CNC. Todos los proyectos tienen algo en común: el resultado fue único. Hace 18 años, desarrolló una pantalla TFT de plasma para IBM que permitía explorar un mundo virtual el 3D. Para Jägermeister, creó una torre de 17 metros hecha de botellas y equipada con 219 monitores LED.
La idea de vivir en un contenedor.
Containerwerk convierte contenedores marítimos en viviendas sostenibles.
«El hecho de hacer muchas cosas yo mismo me ha permitido trabajar sin ataduras, pero también he tenido que empezar de cero cada tema», recuerda. Con los proyectos, además de la experiencia, fue creciendo el deseo de fabricar un producto sostenible. Ivan tuvo la idea que dio origen a todo mientras trabajaba en un proyecto con el Instituto Fraunhofer. El encargo era construir la «habitación de hotel del futuro» en un contenedor marítimo. Poco a poco, fue quedando claro que realmente es posible transformar un contenedor de acero en una habitación de hotel cómoda y lujosa. Fascinado por el resultado, Ivan descubrió su pasión por los contenedores, poniendo la base de lo que sería Containerwerk. Actualmente, Containerwerk emplea a 20 trabajadores. La producción se realiza en Wassenberg, cerca de Mönchengladbach, en un terreno de 30.000 metros cuadrados.
La clave es la movilidad.
Fotos:
Fabian Freitag, Luis Tonhäuser
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Containerwerk - https://www.containerwerk.com, Facebook, Instagram