
Calidad gracias a personas y máquinas.
Personas y máquinas llevan mucho trabajando juntas, al menos en el día a día. ¿Debemos temer una revolución de las máquinas? En absoluto, porque no se trata de competencia, sino de cooperación. Y, finalmente, el beneficio es para ti como cliente.
Personas y máquinas: ¿mano a mano?
La relación entre las personas y las máquinas despierta nuestras fantasías y nos invita a imaginar futuros de todo tipo: ¿son peligrosos los robots? ¿Expulsarán a las personas del mercado laboral? ¿Llegarán a doblegar a la humanidad? Las historias de Hollywood y las novelas de ciencia ficción espolean esos miedo, pero ¿con razón? En realidad, las máquinas pueden resolver problemas complejos mucho más rápido que cualquier científico. En cuanto a fuerza y entendimiento, los robots y los ordenadores nos llevan mucha ventaja. ¿Dónde hay sitio para los trabajadores humanos?
Flexible y fiable.
A pesar del rapidísimo desarrollo de la robótica, Mercedes-Benz Vans sigue otorgando mucho valor a las habilidades humanas. En la era de la Sprinter, la Vito y la Citan, hay una característica humana que brilla: la flexibilidad. ¡Aquí ganamos! Mientras que los robots suelen estar diseñados y programados para seguir únicamente una determinada serie de movimientos, las personas pueden realizar casi cualquier maniobra imaginable. Teniendo en cuenta las múltiples variedades de modelos de furgonetas de la estrella, no podemos imaginarnos la producción sin esa capacidad.
Fuerte y resistente.
Por supuesto, los robots poseen capacidades que no tienen las personas. Por ejemplo, pueden mover componentes pesados de forma mucho más rápida y segura, sobre todo, las baterías de varios cientos de kilos de la eVito y la eSprinter. Los robots de producción también se encargan de trabajos en los que nuestros empleados tendrían que adoptar posturas incómodas. Esta división del trabajo reduce el peligro de lesiones de nuestros empleados. Sin embargo, las personas no solo obtienen beneficios físicos, también psicológicos. Se ha demostrado científicamente que ciertas maniobras influyen en nuestra concentración, así que los robots son perfectos para asumir esas tareas y garantizar una calidad uniforme.
Una colaboración segura.
Para que esta simbiosis dé el máximo, la colaboración entre personas y máquinas es muy importante. En el pasado, los robots grandes debían colocarse tras jaulas metálicas para evitar choques peligrosos con trabajadores o materiales. Hoy, gracias a un gran número de sensores, a menudo se puede prescindir de esas jaulas: mientras uno o varios robots realizan el trabajo, los empleados pueden asomarse para controlar o continuar el trabajo. En ese caso, el robot detecta la presencia de la persona y para el trabajo hasta que la zona vuelve a quedar libre. En algunos casos, los empleados pueden manejar los robots manualmente, un buen ejemplo de trabajo conjunto.
Vehículos innovadores, producción innovadora.
Para que esta simbiosis dé el máximo, la colaboración entre personas y máquinas es muy importante. En el pasado, los robots grandes debían colocarse tras jaulas metálicas para evitar choques peligrosos con trabajadores o materiales. Hoy, gracias a un gran número de sensores, a menudo se puede prescindir de esas jaulas: mientras uno o varios robots realizan el trabajo, los empleados pueden asomarse para controlar o continuar el trabajo. En ese caso, el robot detecta la presencia de la persona y para el trabajo hasta que la zona vuelve a quedar libre. En algunos casos, los empleados pueden manejar los robots manualmente, un buen ejemplo de trabajo conjunto.